Invitados a una primera comunión: consejos para vestir a los niños

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La Primera Comunión es un evento muy importante en el que toda la familia debe vestirse y aquí también entra la ropa para niños, la cual no es sencilla de elegir, pues hay que poner en el centro la necesidad de los pequeños.

Siempre hay que tener en cuenta una serie de pautas o consejos, recordando que estamos vistiendo a niños y que eso debe ser lo fundamental a la hora de escoger su vestuario, dejando a un lado la idea de que tienen que ir igual que los adultos, pero con prendas más pequeñas.

1.      Nos decantamos por ropa cómoda y fresca

Las comuniones se suelen celebrar en mayo, con el buen tiempo, y eso en nuestro país significa temperaturas elevadas, cercanas a los 30 grados en muchos casos y que serán más de verano que de primavera.

Eso quiere decir que a la hora de escoger la ropa para niños, debemos tener en cuenta que va a hacer calor. Dicho de otro modo, hay que elegir bien las telas y siempre es mejor decantarse por aquellas que son más frescas, como el algodón o el lino.

Estos tejidos son transpirables, algo que será necesario por el calor de esos días, los nervios que les harán sudar, la actividad física (cuando se juntan varios niños van a correr), etc.

Del mismo modo, la ropa debe ser cómoda al durar la comunión unas cuantas horas. Primero hay que ir a la Iglesia y después a la celebración, lo que significa que no es raro que los pequeños estén buena parte del día con esa misma ropa.

2.      Su atuendo les debe permitir jugar

Es una obviedad decir que a los niños les encanta jugar, pero a veces los padres lo olvidan cuando los visten para asistir como invitados a la comunión de un amigo, un primo o un hermano.

Así, la ropa debe ser lo más cómoda posible, de forma que les permita jugar una vez que salgan de la Iglesia. Para ello, nos podemos decantar por conjuntos de dos piezas, vestidos sencillos, etc.

Otra opción es vestirlos con algo más elegante en la Iglesia y dejar que se cambien en el banquete, con prendas de diario que les dejen correr o mancharse sin problemas.

3.      Tenemos en cuenta la edad del niño

Cuando compramos ropa para niños a veces no tenemos en cuenta su edad, pero aquí es donde entramos los mayores, con el fin de escoger la que vaya acorde a los años que tengan.

En el caso de los chicos, la ropa para niños a veces es demasiado seria y no es extraño ver a un pequeño de cuatro años con chaqueta e incluso con corbata, algo que enseguida se ve que no va con un niño de tan corta edad.

Suele pasar lo contrario con las chicas, y es que los padres no se quieren dar cuenta de que la ropa infantil quizá no es la mejor para su hija adolescente, la cual parece más una mujer joven que una niña.

Si los chicos ya son adolescentes, lo mejor es dejarles escoger a ellos dentro de unos límites, y si son muy pequeños hay que comprar ropa elegante, pero infantil, con la que no parezcan una copia en miniatura de sus padres.

4.      Practicidad por encima de todo

Vistiendo a los niños con chaqueta y corbata, hacemos que esa ropa solo les sirva en eventos muy formales, aunque lo normal es que únicamente se la pongan esa vez, pues en la próxima boda o comunión a la que asistamos ya le vendrá pequeña.

De este modo, lo mejor es optar por una vestimenta de la que se denomina como “casual”, que no desentona en las fiestas, pero que a la vez se puede llegar a usar incluso en la vida diaria.

Conseguimos no hacer un gasto que no aprovecharemos, y así vamos a comprar una ropa que va a poder ponerse otras veces hasta que se le quede pequeña, lo que no tardará demasiado en ocurrir.

5.      Hay que elegir bien los colores

Las comuniones se suelen hacer en mayo, en plena primavera. Por eso, para la ropa de los niños los tonos primaverales son los adecuados, aunque no hay que olvidar los clásicos como los tostados, los crudos o los pasteles.

Cuanto más pequeños son los niños, más atrevida puede ser su ropa, más cuando es más que probable que ya no les valga en invierno, una época con la que esos tonos no van demasiado. Así, si tenemos la precaución de comprar tejidos frescos, este atuendo les servirá a lo largo del verano.

Con los más mayores, quizá es mejor optar por ropa para niños con tonos más clásicos, pues es posible que les dé algo de vergüenza vestirse con colores demasiado alegres y no quieran ponerse las prendas que les hemos comprado.

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